NOTICIA

UNA NUEVA PERIPECIA PARA CARLOS PEÑA

Noticia del 14/12/2011 - EL DIARIO VASCO

El tolosarra nadará 24 horas seguidas en el canal olímpico de piragüismo de Castelldefels por una causa solidaria.

El nadador tolosarra Carlos Peña afronta una nueva peripecia en su ya larga trayectoria de aventuras en las aguas de los más variados rincones del mundo. Esta vez quiere pasar un día entero, 24 horas consecutivas, nadando en el Canal Olímpico de Castelldefels. Lo intentará entre el sábado y el domingo para ayudar en el Maratón de TV3, dedicado a la regeneración y el trasplante de órganos y tejidos.

Carlos Peña lleva 22 años nadando como activista por diferentes causas y no es la primera vez que se propone nadar 24 horas sin parar. Ya lo hizo, por ejemplo, en el río Oria para apoyar a la Asociación de Esclerosis Múltiple de Gipuzkoa.

Pero el historial de este deportista guipuzcoano tiene algunos otros hitos por lo menos llamativos. Probablemente, la iniciativa que le hizo popular fue cuando nada más concluir la guerra de Bosnia recorrió el río Neretva para lanzar un mensaje de reconciliación. Pasó por debajo del puente destruido en Mostar, símbolo de aquella terrible locura.

A los 46 años, Peña, nadador de grandes distancias en la modalidad de espalda, ha nadado siempre impulsado por algún motivo social, según explica él mismo «en lugares como mares, océanos, ríos, lagos, embalses, estrechos, piscinas, bahías.... conociendo de cerca las maravillas y peligros propios de entornos tan salvajes: ballenas, tiburones, pirañas, transatlánticos, mercantes, corrientes, glaciares, olas gigantes, minas, francotiradores, polución o tormentas».

El fin de semana volverá a vestir su traje de neopreno, unas pequeñas aletas y, como él dice, «la fuerza de voluntad que te impulsa a superar retos como el lago Ness, los ríos Ebro, Miño, los estrechos de Magallanes y de Gibraltar o los lagos Titicaca, Maracaibo, Constanza, Trasimeno o Balatón. También el mar Muerto figura su extenso historial.

El reto de este fin de semana se desarrollará en el Canal Olímpic de Catalunya, en Castelldefels, que fue construido con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 como sede de las competiciones de piragüismo.

La instalación tiene 450.000 metros cuadrados de los cuales 150.000 son de agua dulce procedente del nivel freático. El canal tiene 1.200 metros de largo, 130 de ancho y cuatro de profundidad. Es difícil calcular el número de vueltas que deberá dar Peña en 24 horas, pero sin duda las suficientes para perder la cuenta. Al menos, no tendrá que hacer frente a ballenas, tiburones, pirañas, minas ni francotiradores. Sólo a sí mismo y al agotamiento.

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