El nadador tolosarra inaugurará oficialmente el centro de Usabal batiendo un récord Guinnes y será además acto conmemorativo del 750 Aniversario.
Veinticuatro horas seguidas nadando a espalda para inaugurar oficialmente el nuevo centro deportivo de Usabal. Éste es el reciente reto que se ha planteado el nadador y aventurero tolosarra, Carlo Peña, para el próximo 24 y 25 de septiembre, entre las 12 del mediodía y las 12 del día siguiente. Todo un lujo para esta inauguración que quedará grabada en la historia de Usabal y en la memoria de los tolosarras porque con esta prueba, Carlos batirá un récord histórico que formará parte del libro Guinnes de los récords, y que además, se trata de un relevante acontecimiento enmarcado dentro de los actos conmemorativos del 750 Aniversario de la villa de Tolosa.
“Será un día muy emotivo para mí, por la importancia que tiene para Tolosa el nuevo Polideportivo y la fecha tan señalada del 750 aniversario de su fundación. Desde el principio he sabido que tanto la prueba como los entrenamientos iban a ser duros como no podía ser de otra manera, pero encuentro una gran motivación en todo ello para realizar este esfuerzo, además la participación popular, con la que he querido nadar, será una compañía muy caluroso”.
Esta prueba será la primera experiencia en piscina para Carlos. “Todas mis aventuras se han desarrollado en ríos o en lagos, pero nunca en una piscina”. Algo que por un lago le facilita el trabajo y que por otro reconoce encontrar serias dificultades: “La parte positiva es que las condiciones climáticas son constantes, pero psicológicamente resultará una prueba muy dura, porque nadaré 24 horas sobre el mismo recorrido una y otra vez, y el aburrimiento puede jugar una mala pasada”. Es este sentido, Carlos procura pensar siempre en positivo: “hay momentos en los que me encuentro realmente mal, pero voy seguro de mí mismo y sé que voy a dar la vuelta”. Al mismo tiempo que tampoco se olvida de los problemas físicos con los que podrá encontrarse: “los musculares, digestivos, la fatiga, o cualquier golpe con una esquinas me puede afectar”, señala el nadador. Sin embargo, evitará los impedimentos que se encuentra en los ríos como las corrientes, los troncos, piedras o curvas difíciles, que según comenta, es el medio más peligroso aunque también el más distraído.
Carlos Peña, que se muestra cauto a la hora de predecir lo que será capaz de hacer este día tan señalado, calcula que “en 24 horas nadaré unos 50 kilómetros, aunque puede ser cualquier otra cifra. De momento, prefiero no fijarme metas. Lo único que me preocupa es cumplir con lo que he prometido, para lo que estoy entrenando una media de 7 horas diarias, que me las tomo como un trabajo serio u profesional”.
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