NOTICIA

CARLOS PEÑA LOGRÓ ATRAVESAR A NADO EL LAGO NESS

Noticia del 14/08/1993 - DIARIO DE NAVARRA

Su hermano Iñaki no lo consiguió al sufrir un derrame ocular

Carlos Peña, de 28 años, se ha convertido en el primer hombre en atravesar nadando de espaldas los 39 kilómetros que tiene el legendario Lago Ness. Según informa Colpisa, lo hizo el 5 y 6 de agosto. El tolosarra, residente en Lodosa, tardó dos días en cruzarlo en total 15 horas y 30 minutos, con vientos cercanos a 100 kilómetros por hora y un oleaje que dificultaba la práctica de la natación. Su hermano Iñaki, que también iba a atravesar el lago, no pudo hacerlo al sufrir un derrame ocular, por lo que tuvo que quedarse en Inverness, según informó la agencia Colpisa.

Como se recordará, los hermanos Peña formaban parte de la expedición “Ingethermik Ness’93” cuya única finalidad era atravesar el mítico lago escocés, situado en la depresión de Glen More. Los siete miembros de la expedición: Los hermanos Peña, los acompañantes Evaristo González y Francisco Aldabe; el psicólogo, Bernardo Idarzábal; Koldo Urreta, traductor y Roberto Larraza, Juez de actividades subacuáticas, partieron de Santurce el pasado 2 de Agosto hacia tierras escocesas. Tras un período de aclimatación de dos días tenían previsto intentar cruzar el lago, objetivo que han cumplido.

UNA NUEVA AVENTURA

Los hermanos Peña llevan cuatro años protagonizando “Hazañas” de estas características. En diciembre de 1989 nadaron durante seis días entre Logroño y Zaragoza, un año más tarde tardaron 14 días en cruzar el Miño. En 1991 hicieron una travesía entre los ríos Sil y Miño. El año pasado intentaron cruzar el Canal de la Mancha, pero no lo consiguieron.

Días antes de su partida hacia tierras escocesas, los hermanos Peña aseguraban que el motivo de esta expedición era hacer algo distinto, cruzar el Lago Ness, que resultaba más atractivo gracias a la leyenda que asegura la existencia de un monstruo, Nessi. Dejando la posibilidad de encontrarse al monstruo a un lado, los nadadores se enfrentaban a más de una dificultad. “La dificultad de esta aventura es mayor que las anteriores porque es un terreno totalmente desconocido para nosotros y, además, la temperatura del agua no supera los cinco grados centígrados, por lo que existe el peligro de congelación”.

Los expedicionarios partieron de Portsmouth ayer y su llegada a España está prevista para la semana que viene.

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